Pérdida de la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas, una disminución de su vitalidad que lleva a una reducción de su nivel de actividad y a un cansancio exagerado, que aparece incluso tras un esfuerzo mínimo.
También son manifestaciones de los episodios depresivos:
La disminución de la atención y concentración.
La pérdida de la confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad.
Las ideas de culpa y de ser inútil (incluso en episodios leves).
Una perspectiva sombría del futuro.
Los pensamientos y actos suicidas o de autoagresiones.
Los trastornos del sueño.
"NO HAY SALUD, SIN SALUD MENTAL"